Con el objetivo de celebrar el arte y la resistencia de los pueblos indígenas de Brasil, destacando su diversidad y relevancia desde la mirada de la tradición y el diseño contemporáneo, el Museo Franz Mayer presenta Bancos indígenas de Brasil, exposición que muestra la funcionalidad y belleza de estas piezas, reconociéndolos como símbolos de identidad, tradición y conexión con la naturaleza y productos de la memoria biocultural de una región.
Curada por Marisa Moreira Salles, Tomas Alvim y Danilo Garcia, esta exposición presenta una selección de bancos de madera de la Colección BEĨ, la cual nació del asombro estético ante las formas, colores, grafismos y texturas de los bancos indígenas de Brasil. Dichas piezas destacan no solo por la cosmovisión indígena materializada en ellas (a menudo con formas de animales, decorados con grafismos o coloreados con diversos colorantes naturales), sino también por el universo cultural y la cosmología de las etnias de las distintas regiones indígenas que los crean.
Los 74 bancos que componen la exposición fueron tallados en madera por artistas indígenas de 41 grupos humanos de la Amazonía y de la Tierra Indígena del Xingú, en el estado brasileño de Mato Grosso. Utilizando técnicas ancestrales transmitidas por generaciones, estas piezas únicas llevan las marcas de identidad tanto del grupo de procedencia como del artista que las creó. Cada banco refleja la cosmovisión de la comunidad, mostrando una diversidad de estilos, motivos y significados que abarcan desde lo ceremonial hasta lo cotidiano.
Los bancos indígenas de Brasil encierran muchos significados como las relaciones que hay entre los integrantes de cada comunidad y las jerarquías dependiendo sus formas, diseños y usos: hay bancos para hombres y mujeres, jóvenes y ancianos, guerreros y chamanes.
En algunas comunidades, por ejemplo, las mujeres utilizan bancos muy bajos, lo que provoca que su cuerpo quede a ras del suelo, con las piernas extendidas y no flexionadas. Sin embargo, para los hombres se reservan bancos zoomorfos, en donde, la postura que hacen al sentarse se considera sagrada al unir el cielo (apuntado por sus rodillas) y la tierra (tocada con sus pies). En algunas otras comunidades, el tamaño del banco se relaciona con la edad o la autoridad de la persona que se sentará sobre él.
Bancos indígenas de Brasil fue posible gracias al invaluable apoyo de Aeroméxico, Grupo Habita, EPSON y estará acompañada con un rico programa público compuesto por recorridos guiados, visitas especiales, talleres sobre diseño y conferencias.