Toluca, Méx.- En el Estado de México, la tala ilegal de árboles es un delito cotidiano que se comete con alto índice de impunidad en muchos municipios, a pesar de que está castigado en el Código Penal con penas que van de los 12 a 20 años, pero es en la región Izta-Popo en donde la tala ilegal se ha convertido en un grave problema para los bosques de Amecameca, Atlautla, Ozumba y del Parque Nacional Izta-Popo, señaló la diputada Anais Burgos Hernández, quien exhortó a las autoridades a combatir este problema que afecta al medio ambiente, a los comuneros y a las futuras generaciones.
En el Congreso Mexiquense, la legisladora de Morena denunció que la tala ilegal representa 8% de las causas de la deforestación, y de acuerdo a estimaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la producción de madera ilegal representa 30% del volumen anual autorizado en el país. Dicho delito se asocia a diversos factores tales como: corrupción, fallas en la aplicación de justicia, ausencia de controles suficientes y adecuados del mercado y, más recientemente, la delincuencia organizada, entre otras.
Puntualizó que de acuerdo con datos de la Protectora de Bosques del Estado de México (PROBOSQUE) en la entidad hay cinco zonas críticas por el delito de tala clandestina, zonas que comprenden 18 municipios mexiquenses, tales como: La zona del Nevado de Toluca; la zona del Izta-Popo; la zona de Cubio-Cruces; la Subcuenca Valle de Bravo catalogada como crítica y la zona de Temascalcingo, zona denominada Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca.
Sin embargo, afirmó que la zona Izta-Popo en donde la tala ilegal donde la tala ilegal se ha convertido en un grave problema para los bosques de Amecameca, Atlautla, Ozumba y el Parque Nacional Izta-Popo, siendo esta una de las áreas protegidas más antiguas de México, incluye los municipios de Texcoco, Ixtapaluca, Chalco, Tlalmanalco, Amecameca, Atlautla, Ecatzingo y Ozumba, ésta región es invaluable por los servicios ambientales que proporciona, especialmente la provisión de agua que abastecen de agua a los habitantes de Valle de México, Puebla-Tlaxcala y Morelos.
La diputada de Chalco puntualizó que ’en estos municipios todos saben del saqueo, de los aserraderos clandestinos, de las enormes áreas verdes que han clareado por el derribo de árboles, pero es un tema del que nadie quiere hablar. ´Pero estamos decididos, ya tenemos nombres y apellidos, matrículas de vehículos que utilizan los grupos armados para talar en los lugares más recónditos de los bosques de Ozumba, Atlautla y Amecameca´ acusan los comuneros de la región’.
Manifestó que los pobladores han presentado formalmente ante diferentes instancias municipales y estatales las denuncias correspondientes, pero sólo han recibido incumplimiento, los grupos siguen talando los árboles. Los comuneros señalan que los tala montes, suben principalmente por las noches en camionetas de tres y media toneladas, en grupos de entre 10 y 15 personas se internan en las veredas y derriban varios árboles que seccionan y montan en sus vehículos en cuestión de horas. Vienen de civiles y (...) agarran parejo desde un oyamel que mide unos tres metros que lo ocupan para la vara de jitomate, como árboles que miden de 20 y 30 metros de alto", dijo uno de los denunciantes que por miedo a represalias prefirió omitir su nombre.
Detallaron que las camionetas cargadas con la madera bajan a primeras horas de la mañana lo que se conoce como tala hormiga por la carretera que conecta paso de Cortés y Amecameca, misteriosamente sin que ninguna autoridad lo impida o lo vea. Para evitar un enfrentamiento o agresiones con tala montes, los ejidatarios y comuneros prefieren no caminar por las noches en sus terrenos, donde el sonido de las motosierras les anuncia que los delincuentes trabajan para acabar sin piedad con lo poco del bosque que queda, precisó.
Y no solo es ambiental el problema, también económico; 30 millones de pesos en daños patrimoniales en una superficie afectada superior a 500 hectáreas en donde se cortaron de manera ilegal más de 5 mil árboles de las especies oyamel pino y encino, con una edad de entre 30 y 60 años de edad.
Por ello, exhortó a los Titulares de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) Delegación Estado de México; de la Secretaría del Medio Ambiente del Estado de México; de la Dirección General de la Protectora de Bosques del Estado de México (PROBOSQUE); de la Guardia Nacional, y del Ayuntamiento de Amecameca, Estado de México, a que en un marco de colaboración interinstitucional y desde el ámbito de sus respectivas atribuciones, lleven a cabo de manera urgente, las acciones necesarias para combatir y disminuir la tala clandestina en la zona Izta-Popo, en el Estado de México, e informen de los resultados a esta Legislatura
Y consideró que la solución requiere un trabajo coordinado y de hombro con hombro para crear y reforzar todos aquellos mecanismos necesarios para abatir este terrible problema que afecta de manera considerable nuestro medio ambiente.
Tras esto se aprobó la iniciativa por las y los legisladores de la Cámara de Diputados.